jueves, 22 de octubre de 2009

Desaparción de Srila Prabhupada

El 14 de noviembre de 1977, a las siete y media de la tarde, en su cuarto de Krsna-Balarama Mandir, en Vrindavana, Srila Prabhupada dio su última instrucción, dejando este mundo mortal y volviendo a Dios.
Su partida fue ejemplar, porque toda su vida fue ejemplar. Un partida que marco el término de una vida de servicio devocional puro para Krsna. Pocos días antes del final, Srila Prabhupada habia dicho que seguía instruyendo todo cuanto podía, y su secretario había observado “Usted es la inspiración” “Si -había contestado Srila Prabhupada-, lo seguiré haciendo hasta que de mi último suspiro.”
El “último suspiro” de Prabhupada fue glorioso, no a causa de ninguna demostración mística de última hora, sino porque permaneció en una conciencia de Krsna perfecta. Predicaba que la vida viene de la vida, no de la materia, y estaba mostrando que había que predicar con cada respiración. Los numerosos devotos que llenaban la vasta habitación fueron testigos de que hasta el final, Prabhupada fue exactamente el mismo. No hubo nada que, de pronto, estuviese en contradicción con lo que les hubiese mostrado y enseñado. Por lo tanto, en el momento de su partida, estuvo enseñando cómo morir, al estar siempre dependiente de Krsna. El final de Prabhupada fue tranquilo. En la noche del 14 de noviembre el kaviraja le preguntó “¿Desea algo?” y Prabhupada respondió débilmente, kuch iccha nahi: “No deseo nada”.Aunque no había nada lamentable para Srila Prabhupada en su marcha del mundo, volviendo a Dios, fue ciertamente lamentable para sus seguidores y para la gente del mundo entero, que se vieron privados de la presencia de su más grande bienhechor, que tanto les había deseado el mayor bien. Srila Prabhupada había escrito en un significado del Srimad Bhagavatam: “Cuando el cuerpo mortal del maestro espiritual expira, el discípulo deberá llorar exactamente como llora la reina cuando expira el rey”. En ocasión de la partida de su propio maestro espiritual, Srila Prabhupada había escrito: “Aquel día, ¡oh, maestro mío!, di un llanto de dolor; no era capaz de tolerar tu ausencia, mi gurú”. Y así, el 14 de noviembre de 1977, al difundirse esta terrible noticia, aquellos que conocieron y amaron a Srila Prabhupada fueron presa de un terrible dolor incontrolado. Vieron todo lo que les rodeaban la abrumadora atmosfera de la separación de Srila Prabhupada. Y buscaron alivio en los libros que él había escrito
“Sin embargo, los discípulos y el maestro espiritual nunca están separados, porque el maestro espiritual está siempre en compañía del discípulo mientras el discípulo sigua las instrucciones del maestro espiritual. Esto se llama la asociación de vani. La presencia física se llama vapuh. Mientras el maestro espiritual este presente físicamente, el discípulo servirá al cuerpo físico del maestro espiritual, y cuando el maestro espiritual ya no exista físicamente, el discípulo servirá las instrucciones del maestro espiritual"

Satsvarupa Dasa Goswami

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Era el día, 15 de Novembro de 1977. En aquella época yo vivía en Nova Ayodhya, la primera comunidad Hare Krishna de Brasil, Situada en las Montañas de Petrópolis, RJ. Sabíamos que Srila Prabhupada estaba enfermo estabamos también concientes de su decisión de finalizar su lila en este planeta. En aquellos días no existía e-mail ni tampoco máquinas de fax. Las noticias desde India llegaban a Brasil por teléfono o telegrama y en Nova Ayodhya, no había nadie con teléfono ni electricidad y mismo, y ni siquiera sabíamos donde había un teléfono cerca ni electricidad donde llegaban esas noticias!.


Ese día al levantarme me preparé para ir a distribuir Libros a Río. Caminé casi por una hora hasta un bus. Tomé uno Petrópolis y después otro ómnibus para Río de Janeiro. Cuando llegué a la estación, comencé a distribuir libros en los ómnibus. Luego cuando seguía distribuyéndolos entre los pasajeros, noté que un señor que estaba con un diario en cuya página había una fotografía de Srila Prabhupada. Me sentí curioso y nervioso al mismo tiempo. Yo sabía de la decisión de Srila Prabhupada de abandonar este mundo. Sería que ese momento doloroso había finalmente llegado... Cuando descendí del bus vi en otro diario la misma foto de Srila Prabhupada ahora mirando hacia mi. Compré uno y comencé a leer: El artículo decía: "En India fallece un maestro espiritual del movimento Hare Krishna." Fue un momento de gran peso. Me hubiera gustado recibir esta noticia en compañía de otros devotos, para no sentirme tan desamparado y perdido. Al final de cuentas, yo había ingresado al movimiento Hare Krishna hacía menos de dos años, tenía 19 años de edad y poseía muy poca estructura espiritual para cualquier desafío serio, ni que decir de la partida de mi maestro espiritual. Pero mi misión más difícil me esperaba en Nova Ayodhya. El presidente, Catur Murti Prabhu, estaba viajando. En su ausencia yo era el Responsável del proyecto. Tenía que comunicarle a los devotos sobre la partida de Srila Prabhupada. Y tendría que responder a sus preguntas. Inmediatamente tomé un bus de vuelta para Petrópolis y otro bus para la finca. Y mi mente rodaba...Parecía que millones de lágrimas de devotos llovían sobre mi cabeza. Un maestro del calibre de Srila Prabhupada raramente aparece en este mundo. Su presencia en este planeta cambió el curso de la vida de millares de personas y continuará cambiándolas por miles y millones de años. Hoy tenemos muchos templos en todas partes del mundo y un gran tesoro literario, festivales, etc. Todo comenzó gracias a Su Divina Gracia Srila Prabhupada. El escribió:"Esta institución fue creada sin ningún capital económico. Llegué a vuestro país con solamente 40 rupias y 200 colecciones de libros. Así fue nuestro capital, y la moneda indiana no podía ser usada en vuestro país. En 1967, cuando volví a India, usé esos 40 rupias para un taxi para pagar. Y distribuí los 200 colecciones de libros”.Fue por el amor puro de Srila Prabhupada que comenzó y se distribuyó y continúa hoy expandiéndose este gran movimiento Hare Krishna. Yo siempre soñé con tener amigos en todas partes del mundo. Por gracia de Srila Prabhupada mi deseo fue satisfecho. El Movimiento de Srila Prabhupada es tan maravilloso que no cambiaría nada de este mundo por él. He tenido oportunidad de conocer y visitar templos en muchas partes del mundo y puedo confirmar que la presencia de Su Divina Gracia está en sus instituciones y continúa completamente viva. Los devotos continúan cantando, adorando, llevando adelante la misión de nuestro inigualable maestro Magnánimo espiritual. Para finalizar, deseo recordarles humildemente que Srila Prabhupada está vivo en su institución. Cuando leemos sus libros, cartas, oímos sus clases, estamos directamente relacionándonos con él. Este contacto nos purifica y nos aproxima a Krishna. Oro a los pies de loto de todos los vaisnavas, a los pies de loto de los Seis Goswamis, a los pies de loto de Sri Chaitanya Mahaprabhu y del Panca-Tattva, a los pies de loto del Señor Supremo, Sri Krishna, y su consorte eterna Srimati Radharani, que me bendigan con el recordatorio constante de los pasatiempos eternos de Su Divina Gracia Srila Prabhupada.

Su siervo y amigo, Dasa LilanandaLilananda.ACBSP @pamho.net

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